Cenotes – La entrada al inframundo de los mayas

Hermosos, pero llenos de misterio y magia a la vez, los cenotes son las joyas más bellas. Resguardados por la selva, nadar en un cenote es una aventura que no puedes perderte durante tus vacaciones en Cancún, la Riviera Maya, Puerto Morelos o Tulum.

Los cenotes son pozos de agua de gran profundidad, que se alimentan por la filtración de la lluvia y por las corrientes de los ríos que nacen en el corazón de la tierra. Es por eso por lo que al nadar en un cenote sientes tanta frescura, ¡imagínate que la temperatura promedio de sus aguas es de máximo 24°C!

Estos pozos deben su nombre a los mayas, que los bautizaron con la palabra Dz’onot, que significa “caverna con agua” y de ahí derivó a su nombre actual: cenotes.

Los cenotes para la cultura maya desde la Era Prehispánica han sido símbolo de dualidad, ya que representaban la vida y muerte.

Es por ello que las antiguas ciudades mayas se asentaron en sus cercanías, y el control de los mismos afianzaba el poder de los gobernantes y sus grandes urbes mayas. También creían que los dioses de la lluvia habitaban en los cenotes, es por eso que con el buceo arqueológico se han encontrado varios elementos rituales en diversas cavernas inundadas de la zona.

Así como eran símbolo de vida, los cenotes para los mayas también representaban la puerta de entrada al mundo de los muertos: el Xibalbá. Este mundo lo visualizaban más allá del agua subterránea y las cavernas eran el inicio de este camino, de igual manera se realizaban diversas ceremonias rituales, de las cuales también vestigios. El primer registro oficial de estas ceremonias está en el Popol Vuh. Merecen una mención muy importante los Aluxes, cuidadores de la selva y los cenotes.

Aún en estos días, se les dedican rituales y ofrendas, aprendidas de sus antecesores mayas, para el cuidado de las cosechas, para poder construir en determinados terrenos, y para solicitar su permiso antes de entrar a un cenote.

Los cenotes en la actualidad siguen presentes y son más importantes que nunca. Estos testigos silenciosos del pasado, ahora nos hablan a través de descubrimientos realizados en su interior, con información invaluable acerca del desarrollo del planeta, de nuestra especie e incluso datos desconocidos de la cultura maya.

A continuación te mencionamos algunos de los cenotes que no te puedes perder si planeas visitar Puerto Morelos:

Zapote: Se encuentra dentro del parque del mismo nombre —Parque Cenote Zapote— tiene 52 metros de profundidad y es único en su tipo debido a sus increíbles formaciones minerales conocidas como “Campanas del Inframundo”, estalactitas que crecieron bajo el agua. Para observarlas es necesario bucear y contar con una certificación que acredite que eres buzo experto, debido a que se encuentran a una gran profundidad.
El parque cuenta con otros dos cenotes llamados Abuelo Che Che y Las Palmas; también encontrarás una tirolesa, recorridos en bicicleta y circuitos en cuatrimoto.

Siete Bocas: Es un cenote semiabierto. Su nombre se debe a sus siete respiraderos, algunos de ellos conectados entre si, lo que te permite ir nadando de unos a otros mientras te deleitas observando como caen las raíces de los árboles en busca de agua o admiras las estalactitas.A ocho kilómetros de distancia del cenote Siete Bocas encontrarás un cenote abierto, al cual puedes llegar en bicicleta o cuatrimoto.

Kin Há: Es un cenote en forma de cueva que con sus 40 metros de profundidad y aguas cristalinas es un excelente lugar para bucear. Recuerda visitar también el cenote abierto Blanca Flor que se encuentra a solo un kilómetro y en donde podrás deslizarte en tirolesas o si eres más intrépido, lanzarte desde una impresionante torre de 14 metros de altura.

La Noria: Con 18 metros de profundidad, es perfecto para las personas que simplemente quieren sumergirse en las refrescantes aguas de un cenote. Aquí también podrás sobrevolar su impresionante selva a través de un circuito de tirolesas o recorrerla por tierra manejando una cuatrimoto. Y si te gusta acampar, en este parque podrás hacerlo.

Las Mojarras: Es el cenote más grande de la Ruta de los Cenotes, con 67 metros de diámetro. Aquí podrás volar sobre el agua en su tirolesa de 600 metros o recorrer en cuatrimoto la majestuosa selva maya.

Verde Lucero: Es un bello cenote abierto. Deslízate en su tirolesa y contempla el color verde esmeralda de sus aguas, o practica tus mejores clavados brincando desde alguna de sus plataformas.

Boca del Puma: Este increíble parque cuenta con dos cenotes en su interior, tirolesas, recorridos en bicicleta y cuatrimoto, además de paseos a caballo, escalada y rappel. Aquí también podrás conocer acerca de la historia y elaboración del chicle.

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